La gran noticia


Este fue un pequeño mensaje que compartí el sábado 25 de este mes de mayo en la casa de una familia que tiene muchos deseos de escuchar La Palabra de Dios.

Lucas 2:1:14

2:1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.
2:2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
2:3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
2:4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
2:5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
2:6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
2:8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

De que más les puedo hablar hoy estimados hermanos, sino de Jesucristo, El Hijo de Dios y de las buenas noticias (El Evangelio), de las buenas nuevas de salvación que vinieron al pueblo de Dios hace más de 2000 años, cuando él nació en Belén, en la ciudad de David.
 
Quiero preguntarles: _ ¿qué es el Evangelio?

Bueno vamos a definir ésta palabra y ver sus orígenes.
Conocemos que los cuatro primeros libros del Nuevo Testamento se les llama “Evangelios”: El Evangelio según Mateo, El Evangelio según Marcos, El Evangelio según Lucas y El Evangelio según Juan.

Vamos a ver porque se les llama así: La palabra evangelio, del griego eu-anghélion, “eu” que significa bien-bueno y “anghelos” que significa mensajero-anuncio o del verbo “anghéllon” que significa anunciar. (Además en la antigüedad se conoce el uso de éste término “evangelio” cuando se daba una noticia acerca de una victoria militar o deportiva o también como al éxito de una curación).

Por lo tanto al mensaje de Cristo se le llama “evangelio”, su nacimiento, su vida, su muerte y su resurrección son parte de una gran noticia para el pueblo de Dios.
 
Veamos lo que nos narra Lucas, en este mismo capítulo 2 en el verso 9; nos cuenta que los pastores cuando el ángel se les apareció tuvieron gran temor. Añadiendo un poco de historia, podemos ver también en el Antiguo Testamento en Génesis 19 una escena similar a esta: dos ángeles llegan a dar noticias a Lot, la noticia era que Sodoma y Gomorra serían destruidas, y así fue hermanos, estos dos pueblos quedaron en cenizas.

Más no fue así el caso que leemos en Lucas, de este ángel que vino a estos pastores. En el libro de Génesis apreciamos una noticia de juicio y destrucción más ahora el ángel trae departe de Dios este mensaje:

“que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”

Éste ángel trajo una buena noticia, la mejor noticia jamás oída. Allí mismo nos narra Lucas que repentinamente apareció una multitud de huestes celestiales, que alababan a Dios y decían:

“Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”

 Este mismo verso 14 lo podemos leer de la Biblia Textual así:

“Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz entre los hombres de su elección”

Ahora sí, veamos porque este mensaje es una buena nueva.

Noten en este verso anterior, que habla de “paz entre los hombres de su elección”, pregunto: _ ¿Por qué paz? _¿será que no estábamos en paz con Dios Padre?, _ ¿quiere decir que somos enemigos de Dios?, Pues claro que sí! Aquel quien no ha puesto su esperanza en Cristo y no ha sido lavado por su sangre, es enemigo de Dios.

Leamos Salmos 7:11-13

“Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.
Si no se arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene su arco, y lo ha preparado.
Asimismo ha preparado armas de muerte, Y ha labrado saetas ardientes.”

Es claro en este verso anterior que sin la justificación del Cristo somos enemigos de Dios y también podemos notar cuan airado está Dios en contra de sus enemigos.

¡Oh hermanos, entonces ahora entiende la maravilla de esta noticia, la mejor noticia jamás escuchada; Dios mismo a través de su Hijo Jesucristo haciendo paz con sus elegidos!

Ahora estimados oyentes, como podemos leer el verso 7 del capítulo 2 de Lucas, para El Hijo de Dios no hubo lugar en el mesón cuando nació. El nació en un pesebre. En todo Belén no hubo lugar para él, solo ese humilde establo.

Leamos ahora lo que nos dice Apocalipsis 3:20, veamos la misericordia de nuestro Dios:

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él,  cenaré con él, y él conmigo”

Hermanos ¿será que El Señor ha llamado a nuestra puerta y al igual que aquel día que él nació se encontró sin lugar en el mesón en Belén, así mismo se ha quedado sin lugar en nuestra vida?

En este verso de Apocalipsis 3:20 que acabamos de leer, al llamado que el Señor hace, lo podemos caracterizar por ser un llamado perentorio y apasionado.

Oh hermanos ¡Grande es su misericordia hoy que escuchamos su llamado! ¡Dejémosle entrar! !Abramos la puerta al Rey de Gloria! El es El Señor!

¡Grande es su misericordia que hoy podemos escuchar su precioso Evangelio!

Gloria a Dios!

David R R

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