... los zapatos!
Ayer cuando termine de quitarme los zapatos, y sentí libre mis pies, pensaba: cuanto me cuesta en lo personal quitarme mi trabajo, así como me quito los zapatos, quitarme mis problemas, así como me quito los zapatos, quitarme mis preocupaciones así como me quito los zapatos. Como dice en Eclesiastés 1:3 " ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? Por supue sto que no podríamos abandonar nuestro trabajo, aun siendo vanidad!, pero si cuando nos quitemos nuestros zapatos, también reposemos en Cristo, el prometió que él nos hará descansar. (Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28) S irvamos a nuestras familias en amor, a nuestros hermanos en amor... (Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas portestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera